La chonguez de Chongo en vías de desarrollo Por Chongo en vías de desarrollo

Se plantea un debate acerca de mi calidad o cualidad chongiuística en este popular blog que nuclea a gran parte de la comunidad chonguil y aledaños. Realmente me halaga por demás que dos chongos de calibre planteen semejante obviedad, pero lo realmente relevante del post es que después de leerlo se combinaron unas ganas incontenibles de reírme con unas ganas incontenibles de garchar, no se bien cual fue la razón pero no quise escribir sin saciar mis necesidades. Pero eso lo dejo para “mi vida torteril”.

Mis post evocan historias propias como las de cualquier otro chongo, pero me resulta redundante enfatizar los logros y beneficios que naturalmente existen cuando una se encuentra pisando los pastos del campo chonguil, por lo que decido ponderar el tránsito por las praderas del chongo aputosado. Dicho estado se caracteriza por el enamoramiento y el estado de pelotudez extrema al que en la mayoría de mis post hago referencia. Es decir, mi añoñada conducta esconde una célebre gestación de las actitudes y posturas más chonguiles que puedan existir sobre la tierra y el universo en general. Con respecto a esto, estoy disponible para todas las pruebas, sondeos o catas para quienes lo requieran para emitir su voto.

Todo tiene que ver con una serie de circunstancias inevitables que generalmente están asociadas a las confusiones y manejos turbios de una tercera persona: error. O al menos en mi caso pensar eso es un error: Si estoy hecha una pelotuda, que cual trapo de piso va y viene siguiendo a esta otra pelotuda no es porque ella efectivamente califique para pelotuda, es porque yo me hago cargo de mi apelotudozamiento.

Puede que mis aclaraciones lejos de aclarar hayan oscurecido el panorama, en tal caso, me importa un huevo. Continuaré posteando y leyendo los comentarios que es lo que mas me divierte hacer.

ChEVDD