BIENVENIDA A LA PÁGINA OFICIAL DE LA Asociación Argentina de cHONGOS

Yo quiero el CARNET!


15 de agosto de 2010

Depredadora


Otra vez… Estoy cansada. Ella se fue y me dejó a solas con todas las mujeres. Por supuesto, para mí, es tan fácil enamorarme indiscretamente.

Esa morocha, con esa voz… con ese kit de primeros auxilios para mi alma de despojo en pena.

No sé.

Pocas cosas sé, inmediatamente soy un aborto de sabiduría al frente de esta mujer, o al lateral de aquella.

Esto es serio, te digo cuando te digo que tengo un minuto de amor para darte, un minuto y no me pidas más, me duele toda tu belleza y si me excedo empiezo a transpirar cada lágrima.

¿Tantas dudas tenés de viajar al infierno conmigo, cuando te llevo lejos de lo que no quiero escucharte decir?.

Otra vez… Somos dos animales asesinos, creo confiadamente que ese es nuestro secreto. Creo que es el motivo por el cual tenemos tantas deudas de besos (y no quiero tirar a la basura estos pagarés) ¿o quiero?.

Me pregunto y recuerdo aquel momento en el que calculé la trayectoria indecisa, para hacer coincidir el lleno de mis labios, con tu hombro desnudo. Me pregunto y recuerdo que estoy siempre disimulando, que la verdad te la debo en infinitas cuotas. Y no tolero que me mires como si me conocieras. Ya te dije: somos dos animales asesinos.

A veces, nuestra mutua incomprensión logra algún acercamiento. Entonces, nos olfateamos a los ojos y está allí colocada la advertencia de huir. Sin embargo: mis labios llegaron a tu hombro, como el hombre llegó a luna. Pero si la luna fuera un lugar habitable, seguramente habría allí alguna colonia y ya ves que la luna sigue estando tan sola, como de solos estuvieron mis labios ese día, al volver de tu hombro a las palabras sobre tu hombro.

Esa morocha… pienso y arrugo la frente. Esa morocha con el alma escotada, mis labios en su hombro. La temperatura de su cuerpo en mis labios, hasta el mundo se había decidido a mirar para otro lado.

Tenía la urgencia de un minuto de amor para darle. Nos olfateamos a los ojos, nos miramos con rigor los labios y brotó un gran apetito ¿o era deseo?.

Cómo preferís referirte a vos misma o a otras Tortas Chongo?

¿María Elena Walsh ES CHONGO? (pregunta sugerida por una lectora)