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Yo quiero el CARNET!


1 de septiembre de 2010

Mi Vida Torteril- 21- Sueño con Serpientes


Nunca le di demasiada pelota a mi sueños porque en algún punto considero que son demasiado obvios, igual que yo que soy la que los sueño. Me caen mejor mis fantasías que mis sueños, para mí las fantasías le rompen el orto a los sueños.
La cuestión es que antes de irme a dormir y de que ésta desgracia aconteciera había hablado con Ana. En realidad no habíamos hablado, habíamos armado una canchita con computadora de por medio, como para poder, sin ningún tipo de reglas, reprocharnos un rato. Empatamos en 25 reproches y cuando venían los penales ella se fue. Se desconectó y me mandó un mensaje que decía "después hablamos, acaba de llegar". Con lo cual, ya acostumbrada a éstas pelotudeces, me fui a la cama de suplentes.
En éstas circunstancias era obvio que mi teoría sobre la obviedad de mis sueños iba a ser inmediatamente comprobada. Y si, me acosté, me dormí y soñé con Ana. En mi sueño no hablábamos porque estábamos en un lugar en donde la gente en vez de hablar, se besa. Alrededor nuestro no había nada, era como un descampado inmenso, ella estaba desnuda y yo no. Hasta ahí todo bien, el sueño cuadraba perfectamente y prometía bastante.
Todo estaba buenísimo hasta que de repente apareció como de abajo de la tierra o expulsado por alguna nave espacial el tipo éste: su novio, su amante, su amigo, su pariente, el que vive con ella. Yo me indigné. De última, si quieren, encuéntrense ustedes dos en sus propios sueños pero no vengan a invadir el mío y menos los dos juntos, no da.
No voy a detallar, porque si detallo, invento y no es la idea: La cosa es que estábamos Ana, él y yo. Yo le daba besos a Ana, él la acariciaba, yo la miraba, él la miraba. Hasta ahí todo puede vincularse a un lindo trío onírico basado en la obsesión que tengo con Ana y sus gustos, orientaciones y deseos sexuales. Nada de otro mundo.
Lo llamativamente escalofriante fue que en determinado momento él me empezó a besar: ¡que horror! en ese extraño mundo de los sueños, encerrada en ese descampado, las cosas pasaban con una naturalidad pedorra sin que yo mostrase ningún tipo de aversión a besar a un tipo y específicamente a un tipo que tenga algo que ver con Ana.
Me desperté atormentada, no solo por no acordarme que fue lo que pasó después en ese descampado de mierda sino porque encima de todo, en el sueño, casi ni la pude tocar.

Cómo preferís referirte a vos misma o a otras Tortas Chongo?

¿María Elena Walsh ES CHONGO? (pregunta sugerida por una lectora)