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Yo quiero el CARNET!


26 de mayo de 2009

De otro mundo

Agradecemos el valioso aporte de la fuente anónima que nos hizo llegar copia del siguiente diálogo:

Una piba con la remera de greenpeace dice:
qué hacésssssss, bolodaaaaaaaaa!
{Turnoffyourmindrelax} dice:
eaaaaaa! tantos añosssss! :D
Una piba con la remera de greenpeace dice:
seeeeeee
cheeeeee q fue de la minita esa q te tenía encajetadaaaa como locaaaaaaa?

{Turnoffyourmindrelax} dice:
uhhh, la gagu esa!
Una piba con la remera de greenpeace dice:
sese, q pasó?
{Turnoffyourmindrelax} dice:
si te cuento te morís chabona
Una piba con la remera de greenpeace dice:
...
{Turnoffyourmindrelax} dice:
al final le dí
Una piba con la remera de greenpeace dice:
esaaaaaaa!!! :D
{Turnoffyourmindrelax} dice:
pera, perá!
Una piba con la remera de greenpeace dice:
?¿?
{Turnoffyourmindrelax} dice:
Un día la encuentro acá y la empiezo a chamuyar
lindo chamuyo, todo bien... onda q respondía la mina
cuestión que nos encontramos
Una piba con la remera de greenpeace dice:
;)
{Turnoffyourmindrelax} dice:
viene acá, le cocino, todo
chupi, todo de diez
le tiro la onda, agarra viaje
(yo no podía creer, imaginate)
Una piba con la remera de greenpeace dice:
me imagino bolú!
{Turnoffyourmindrelax} dice:
te la hago corta, estamos en plena situaciónnnn
Una piba con la remera de greenpeace dice:
seeeeeeeeeee
{Turnoffyourmindrelax} dice:
bue, se la empiezo a chupar, viste como soy yo
Una piba con la remera de greenpeace dice:
ajajajaja, chi ;)
{Turnoffyourmindrelax} dice:
se la vengo chupando todo bien en azul, un toque celestón
la mina me empieza a tirar un anaranjado salmón, BOLUDAAAA... mal!
Una piba con la remera de greenpeace dice:
jodemeeeeeeeeee
{Turnoffyourmindrelax} dice:
te juro
Una piba con la remera de greenpeace dice:
y te cagó todo al carajo...
{Turnoffyourmindrelax} dice:
y obvio...
Una piba con la remera de greenpeace dice:
y no volviste a intentar? onda por ahí estaba enchirpada
{Turnoffyourmindrelax} dice:
no, qué se yo
ya fue, nunca más una gagu
Una piba con la remera de greenpeace dice:
bue, ya lo dice el dicho! terminan pasando estas cosas con las gagusss...
{Turnoffyourmindrelax} dice:
a mí esa onda no me cabe ni un poco
Una piba con la remera de greenpeace dice:
y, no...
{Turnoffyourmindrelax} dice:
para eso que se busque una trex
Una piba con la remera de greenpeace dice:
o un plezza
{Turnoffyourmindrelax} dice:
tal cual

No quedan dudas: existe la vida chonguil en otros planetas...

21 de mayo de 2009

Mi Vida Torteril- 3- Cucharita

Madrugada del Domingo, fiel descendiente del Sábado a la noche, víctima de las atrocidades que podemos cometer solo por el simple hecho de estar calientes.
Me remonto sustancialmente a la hora en que decidí salir y no quedarme, el instante en el que tuve que elegir entre alguna película (y una charla irrelevante para mi desgracia con la chica del videoclub), rostisería, helado y un prometedor cierre de jornada con Olga (nombre que le puse a mi compañera a pilas de masturbación). Eso o Salir. Porque al final es así, es salir, resulta que te esperan infinitos planes en tu casa y una elige salir, porque salir es salir, así que salí.
Fiesta no prometedora en la casa de Macu. Hago una pequeña introducción: Macu, se desintegra por cualquier persona que sea mujer, a veces con la exigencia de que quien cumpla con ser persona y ser mujer también sea lesbiana. Macu tiene una casa enorme que oficia de salón de fiestas y rejunte variado. Con esta introducción pareciera no comprenderse del todo bien mi calificación de “no prometedora” y es porque el mecanismo es generalmente el mismo: una llega, bebe, levanta y se va, esto en un periodo extremamente corto de tiempo porque las opciones decrecen peligrosamente con el avance de la noche. Yo no agarro el ritmo casi nunca.
Me abre la puerta Macu con un sombrero así como éstos que usaba Chaplin, me dice dos palabras que no logró descifrar, y adentro. Una nube de humo apenas me dejaba ver el panorama y yo ya estaba en desventaja. Rápidamente viene a mis brazos Isa. Pensé que su pregunta era inminente ¿Qué tal con Ana?. Tres segundos después de que yo lo pensara Isa preguntó. ¿Qué tal con Ana?. Claro la muy torta se había consumido literalmente a la panadera y estaba en condiciones de empezar a fumarse las historias del resto. Era el momento de servirme el primer trago de la noche, Isa quiso seguir preguntando ¿pero que? ¿mal? - Genial. Respondí. Pero no más novedades. Es simple, nos conocimos, comimos, charlamos y cogimos. Pensaba volver a repetir la fórmula pero Ana no. Por eso no hay novedades (Ojala ese argumento estuviera tan claro en mi esquizofrénica cabeza) Isa no preguntó mas. Yo me quedé pensando en la noche con Ana y empecé a sugestionar mi destino en la fiesta de Macu. Pero no hubo caso. La temporalidad de estas fiestas no coinciden con mi temporalidad por eso para no perder tiempo que podría estar pasando con Olga decidí irme. Isa estaba a la par y rompiendo mis planes originales se autoinvitó a mi casa, yo lo tomé con filosofía. Si al final ella y yo éramos las dos caras de una misma moneda, la tragedia y la comedia. Como elegí salir y como mis elecciones suelen ser bastante defectuosas también elegí reemplazar una noche de placer con Olga por una noche de charleta con Isa…Error, según iban trascurriendo los minutos, de forma mucho mas lenta que lo que ocurre en las fiestas de Macu, Isa y yo, Ron de por medio, estábamos cachondeandonos. Demasiado toqueteo, demasiado chascarrillo, cuando algo es demasiado lo que sigue también es demasiado y es que una está a punto de acostarse con una amiga. A ver, tampoco era la gran cosa, así lo pensé yo cuando estábamos en el sillón anecdoteando y anecdoteando. Isa y yo nos conocimos por medio de Macu, hace ya varios años y pegamos onda creo que principalmente por nuestro fanatismo por la música inglesa de los 80`. Ahora que lo pienso creo que nunca había surgido el momento “sillón”. Producto de mi sugestión o simples cuestiones hormonales ese sillón fue el escenario de la nunca bien ponderada amistad con derecho a roce. No me podía dormir intentando recordar cómo una pasa de la rostisería, el helado y la película a una madrugada en cucharita de amistad.

18 de mayo de 2009

Tortas Justicieras

En momentos increíbles (que pueden coincidir o no con haber tenido sexo), Mai me pregunta que pienso. Y yo le contesto que nada. Que es mejor no pensar. Eso es una forma de decirle que me estoy encariñando con ella, pero que no es compatible con la racionalidad: es muy complicado y no da...
Yo debería seguir estudiando sociedad y estado, pero pienso "este Roca sí que es un hijo de puta, lleva años en calidad de cadáver putrefacto y aun nos sigue jodiendo los sábados a la noche a los estudiantes." Pienso que me gustaría estar con Mai y le levanto la tapa a la pc.
Pienso en Mai. En Súper Mai. Voy a contar la historia de los que a mí me pareció una situación tan acorde a un prototipo social, que resulta poco creíble.
Después de haber jugado un gran partido (mi equipo gano por goleada); luego de haber tirado una pelota a la calle, que exploto bajo un colectivo (hecho que se ha convertido casi en una tradición en nuestros partidos); luego de haberle parado el carro a la enfermita esa que chongueaba a Mai; estábamos sentadas charlando y resulta que a una pareja de tortas se les había perdido un puto, que andaba más temprano revolcándose con otro por ahí. Entonces comenzó una basta expedición tortil por plaza las Heras "buscando al puto perdido".
A mí me daba paja y además quería besuquearme con Mai y sentirle su perfume a "Juancito" y que me abrace y esas cosas de chonga enchongada (valga la redundancia).
Poco después, viene una pareja de tortas a decirnos que están asaltando a los putos. Entonces no hizo falta el grito de "tortas al rescate" por supuesto que mi chica corría al mando del pelotón. Los dos chorros salieron corriendo y tras ellos, una horda te tortas justicieras. Mai tenía la remera de SLYQ, era toda una heroína tortil. Se para frente a un patrullero y los dos putos se suben para buscar con la policía. Mai y las tortas continúan la cacería.
Todo esto fue relatado posteriormente, vale aclarar que dos falsas chongas y yo (que también soy falsa chonga) nos quedamos, presas del miedo. "Somos como putos" comentamos entre nosotras y nos dirigimos a un grupo de tortas más alejado que no se había enterado del suceso. Les contamos y decidimos quedarnos todas juntas a esperar "el regreso de la guerra de nuestros esposos".
Media hora más tarde vislumbramos a lo lejos la llegada de las tortas defensoras de putos. Todo un prototipo. Era un placer ver correr a dos hombres hetero, huyendo de unas poderosas tortas que defendían a los indefensos putos. Mai no estaba entre las ex combatientes. Dijeron que Mai los seguía corriendo. Que zarpada esta chonga!- pensé con un poco de preocupación que oculte hábilmente.
Varios minutos más tarde llega Mai, al borde de un paro cardiorespiratiorio, causa del esfuerzo físico que demando la persecuta.
Cinco minutos más tarde, se recupera y encabeza una nueva expedición en busca de los objetos perdidos. Encuentran la campera de un puto. Vuelven los putos en patrullero y una manadas de tortas (osea nosotras) va a su encuentro.
Luego de sendos llamados telefónicos al celular de uno de ellos que seguía prendido, alguien atiende y dice que lo encontró en alto Palermo. Allá van las tortas granaderas, yo exhorto a Mai a abandonar la nueva movilización, junto al ejercito chongueril. Nos quedamos. Más tarde, vuelven las tortas con un puto contento de haber recuperado su celular. Osea que lo único que se quedaron fue el celular del otro puto, que según el mismo era re choto. Todos aclaman a Súper Mai. Un rato más tarde, luego de largos besos y cosas por el estilo, Mai me esta abrazando re lindo y me pregunta si voy a escribir la historia de Súper Mai. Yo le digo que sí. Que no lo puedo dejar pasar.

15 de mayo de 2009

Mi Vida Torteril- 2- Trabajo

La cuestión era estrictamente física y de indumentaria. Tenía una reunión con mi jefe y los jefes de mi jefe y  como lo pintaban parecía que también íbamos a reunirnos con  la mismísima presidenta. Por razones prácticas no suelo pensar cada mañana que me pongo, mi oficina es mi casa y mi baño es mi baño, aunque a veces también lo uso de oficina. Mientras que yo envíe en tiempo y forma lo que ellos requieren esta todo bien, pero en putisimas excepciones suele suceder que los artículos en cuestión necesitan debate y tratamiento personalizado. Ahí es cuando me tengo que sacar el pijama y disfrazarme de todavía no se que. Que, al fin y al cabo,  lo que me rompe soberanamente la existencia es tener que vestirme.

Este debate y tratamiento directo con la escritora -yo- era el momento en el que la mirada de mi jefe hace que se filtren chabacanamente sus pensamientos: “Luciana no parece” pobre tipo tuvo que negociar hasta con el diablo en persona para mantener una revistita pedorra sobre vinos  y luego de eso no se como, logró elevar su empresa a la categoría comunicacional y ahora está en todas partes: radio, televisión, Internet y en el sobrecito de sopa Quick que me tomo a media mañana.

El asunto es que mi sueldo justifica todas estas paparruchadas, no cambiaría el baño de mi casa ni mi pijama amarillo por absolutamente nada. Bueno quizás si lo cambiaría  por que la condenada Ana se dignara a un puto llamado, pero en fin.  En la reunión se trataban  las mismas pavadas de siempre, la gente se preocupa porque las cosas van bien, porque la gente lee la revista, mira televisión y escucha la radio. Pero las reuniones son de “habría que reformular tal cosa” “habría que pensar tal otra”. Deberían guardarse esas estúpidas reflexiones para cuando las cosas no van bien, ¿por que en cambio no se van a disfrutar de los asquerosos country y de sus esposas pelotudas? Pero ahí estaba yo casi tan pelotuda como sus esposas diciéndoles a todo que si y pensando en ir a Coto esa tarde. Y  mi celular no solo interrumpió la lista imaginaria del supermercado sino también la reunión. Algo de vergüenza me queda todavía así que pedí disculpas y putié en arameo a Macu que era quien estaba llamando. Todavía no entiendo muy bien como se apaga mi celular así que apreté un conjunto de botones y problema solucionado.

Los fulanos eran cuatro más mi jefe: los 4 fulanos me miraban las tetas como si fueran dos platos voladores sobrevolando el obelisco. Me indigné. No porque le estuvieran sacando una radiografía a mis tetas sino porque yo no tenía tetas a las que mirar. ¿Por qué cuatro fulanos y no cuatro fulanas? ¿Por qué encima de tener que soportar estas infumables reuniones no podía yo también disfrutar-como ellos- de un par de tetas? No pude responderme y cuando quise acordarme la reunión estaba terminando, agradecimientos, despedidas y demás formalidades hicieron que me fuera inmiscuyendo en los pasillos, en el ascensor y finalmente en la calle. Ya era libre. Decidí responder el llamado de Macu quien tenía una  extraordinaria idea para el temita que estaba teniendo con Ana: -Agregala en el facebook. Gritó desesperadamente. Parecía que era el día en que yo estaba destinada a ser recepcionista de pelotudeces. Evadí la alternativa de Macu y bajé intencionalmente al subte para quedarme sin señal.

Mientras anhelaba mi baño y mi pijama amarillo en el subte, pensaba (y me reía) de  la primicia que seguramente había dado mi jefe acerca de mis tetas y la respuesta de los cuatro fulanos y su estrecho “no parece”.

8 de mayo de 2009

Mi vida torteril- 1- La cita y Mis amigas.

Suele suceder que cuando perteneces a un grupo de amig@s y por esas cuestiones de la vida da la puta casualidad de que una no esta en pareja, aquella gente que forma el grupo comienza a buscar en sus respectivas agendas a ver con quien te podes enganchar. Si tu grupo encima es un puñado de tortas encupidizadas la situación es aún peor: no descansarán hasta verte matándote por ahí con la elegida.

Soy parte del patético grupo así que accedí. Ya que previamente había revisado mi agenda y consideré que no era el momento indicado para recurrir al llamado telefónico de “Hola, ¿querrías garchar conmigo esta noche? Si bien lo de mis amigas no distaba mucho de eso preferí renovar el stock.

La cuestión es que las muy tortas me armaron una cita con una piba un par de años menor que yo, que trabajaba en una empresa de turismo y que había terminado una relación duradera. No quise preguntar a que se referían con “duradera” porque muchas de ellas se sienten reales batidoras de record por mantener una relación de siete semanas.

Isa tiene un mapa de la noche porteña en su cabeza, siempre tiene claro cuales son los lugares para cada cosa, es una especie de gps de la noche y la joda. Solo que ahora su gps estaba momentáneamente sin baterías porque se pasaba las 24 horas del día encerrada con la panadera de la cuadra de su edificio. De todas formas Isa se tomó minutos del entretiempo para elegir el lugar para que la piba y yo nos encontrásemos.

Estacioné mi moto y con el casco puesto mire hacia el interior del bar, intentando identificar a mi víctima antes de que ella me identificara a mí. No por nada, simplemente porque soy de primeras impresiones y me gusta ver primero. Ya no podía permanecer con el casco puesto porque iba a acercarse alguien pensando en ayudar a la infeliz que no puede salir de ahí adentro, así que a cara descubierta y sin haber identificado a la piba entre al bar.

Bar típico de Isa. -¿Luciana?. Alguien dijo. No sabría como definirla pero seguro no tenía nada que ver a la torta que yo mi había imaginado haciéndole propaganda a las cataratas de Iguazú. Una remera que tenía algo escrito en japonés o chino pero que tenia toda la onda, unos jeans oscuros que no marcaban nada en particular pero que quedaban geniales y yo seguía sin responder, creo que en ese momento hubiese sido pertinente dejarme el casco puesto. Pasados los segundos que tarde en decir “Si soy yo” Ana, camino adelante mío como para elegir el lugar en donde ubicarnos. Hasta este momento parecía que yo les había dicho a mis padres esa misma tarde que era lesbiana y que además nunca había tocado a una mujer. Parecía una adolescente pelotuda . Hasta que nos sentamos, ella rápidamente pidió dos Quilmes con una casi afirmación de: Cerveza no? Y yo, créanme o no, solo moví la cabeza. ¿Me iba a pasar toda la noche monosilabeando? Cuando se fue la moza me dije a mi misma que si no tomaba las riendas de la situación la piba iba a pensar lo que yo había pensado durante todo el día “esta mina debe ser un fiasco”. Pero la elemental diferencia era que ella tenía pruebas de que efectivamente yo lo era.

Por lo menos que supiera que llevaba casi 15 años de practicar el lesbianismo, que no se lo había contado a mis padres esa tarde y que además tenía una agenda que justificaba mi experiencia en el rubro. Ana tenía 25, así que era hora de ponerme un toque firme y llevarla a mi departamento….No fue posible, la piba me llevo al suyo con mi moto y en la loma del orto. Mi ego quedo debajo de su cama al igual que el resto de mi ropa. Al día siguiente me fui, preguntándome que carajo diría la remera.

Cómo preferís referirte a vos misma o a otras Tortas Chongo?

¿María Elena Walsh ES CHONGO? (pregunta sugerida por una lectora)